Capacidades parentales y marginación

Paola J. González Castro

Producción científica

Resumen

En días pasados, un vecino fue asaltado con arma de fuego en un parque, frente a un kínder. Esta escena hace serie con tantas otras de violencia que se viven a diario; vivencias que fracturan el incipiente tejido social que se hila de a poco en plazas públicas y calles.
Afortunadamente, no somos islas; lo que pasa en un punto de la sociedad tiene repercusiones en todo el sistema. Se ha estudiado el impacto de la desigualdad socioeconómica en distintas latitudes, y se ha descubierto que ésta correlaciona con el aumento de la criminalidad (homicidio, acoso, violencia), pero también con el deterioro de la salud pública (enfermedades metabólicas, enfermedades relacionadas con el estrés crónico y trastornos psicológicos).
A su vez, la salud pública está íntimamente ligada con el nivel de confianza que se tenga en las personas y con la creencia en el poder de transformar el entorno, lo que también se conoce como capital social.
La familia es considerada el lugar privilegiado en el que se gestan la salud mental, la capacidad de pensarnos y pensar al otro, en donde comienza la regulación emocional que nos impulsa hacia la sociedad. Sin embargo, el desarrollo de estas capacidades no puede recaer exclusivamente en ella, su capacidad de transmisión son un reflejo del nivel de confianza, de empoderamiento y filantropía de una sociedad.
Las capacidades parentales están íntimamente vinculadas al estrés y al apoyo social. Tal vez es tiempo de comenzar a pensar la crianza no como un asunto privado de las familias, sino como una función en la que la sociedad en su totalidad se encuentra involucrada. Visibilizar el impacto de la marginación y la pobreza las capacidades parentales es urgente.
Idioma originalSpanish
PublicaciónDominio Medios
EstadoPublished - 21 sept 2019

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