Abstract
II. ComparteTomando como referencia las alternativas educativas previamente establecidas, surgió y se creó el proyecto Comparte. El nombre Comparte es un fonema compuesto por el prefijo ‘com’ que alude a la particular aproximación al arte que se aborda en el proyecto y la palabra ‘arte’ que señala el ámbito al cual se enfoca. Estas se unen por la letra ‘p’ como una especie de puente y ancla para re-significar ambas palabras en una nueva y así, englobar el origen y propósito de este proyecto artístico. Comparte no busca instruir sobre el Arte, si no utilizarlo ‘como’ herramienta, fuera de sus estructuras y finalidades formales, para potenciar el desarrollo integral y la creatividad de niños a un nivel primario. A través del diseño de herramientas creativas que fomentan la sensibilidad y la gestión de estas en cualquier ámbito, Comparte señala los alcances del ‘arte’, no como asignatura u obra artística sino como medio facilitador cuyas características trascienden las áreas primordiales del desarrollo de un niño. Como un todo, el proyecto busca ‘compartir’ y así, difundir este concepto del arte en la educación de la infancia. Su objetivo, no es aquel de formar artesanos, sino seres sensibles. Comparte, “No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo” (Rodari, 2011, p. 17). De esta manera el proyecto pretende responder al problema: ¿Cómo se puede potenciar la creatividad y el desarrollo integral de niños a un nivel primario a través del arte sin caer en los esquemas formales de este?
III. El Arte como Herramienta
Si uno despoja al Arte de todos sus aspectos prácticos y convenciones comunes, lo que restaría sería el pensamiento artístico. Doctora en Filosofía, Ana Fabiola Medina lo define como la experiencia estética. En la pedagogía Reggio Emilia se describe como la dimensión estética o el conocimiento estético y el psicólogo Howard Gardner, lo clasifica como la aprehensión estética. Independientemente de las palabras que lo puntualizan, es en el concepto del pensamiento artístico, donde reside el arte como herramienta. A pesar de lo que muchos podrían pensar, este no es propio del artista, pero sí del campo artístico.
El Arte como herramienta incentiva un uso más amplio de las facultades estéticas. Fomenta la aprehensión estética, practicada normalmente en el caso de una obra de arte, como un hábito en nuestra aprehensión de la realidad (Read, 1956, p. 261). En la promesa de momentos ordinarios se crea entonces una realidad más rica y son estos instantes, los que finalmente dan calidad a la vida humana. John Dewey estableció que, “la estética no es una dimensión separada de la experiencia, sino un elemento de ella” (Edwards et al., 2017, p. 299). El pensamiento artístico habilita explorar el mundo a través de todos los sentidos, permitiéndole al individuo residir en una dimensión estética que facilita la libertad de pensamiento - inherente en todo niño desde nacimiento.
En la infancia, el niño es un tejido vivo que habita en la imagen y sus primeros deseos de comunicación con el mundo exterior, se manifiestan como actividad espontánea la cual toma un rol importante en su adaptación futura a la sociedad (Medina Ramírez, 2019; Read, 1956). El arte en la infancia protagoniza la actividad del pensamiento libre y las imágenes del espacio imaginado. Concede que el mundo se muestre de manera sorprendente a través de experiencias estéticas y así, este adhiere significados únicos para el niño. Aprovechar y cosechar estas cualidades inherentes en la edad temprana es vital para que exista la posibilidad de que estas se mantengan fructuosas durante toda la vida de un individuo.
El Arte es un campo que ningún hombre ha sabido definir por completo. Imponer un patrón lógico o intelectual a su uso dentro de la educación sería como intentar hacer lo mismo
con la vida orgánica del planeta, cual es, nosotros mismos. La educación artística es la educación visual o plástica. La educación del pensamiento artístico es la educación de los sentidos - en los cuales se basan la consciencia, inteligencia y juicio del individuo humano. Toma por hecho, que la actitud artística forma parte de todo individuo y se esfuerza por desarrollar y hacer este competente en su modo particular de expresión ya que “cada hombre es un tipo especial de artista” (Read, 1956, p. 308). Por ende, “no existen hombres con grandes pensamientos, sino solamente hombres con grandes expresiones” (Rancière, 2010, p. 99).
El escéptico intelectual traza una línea recta entre el pensamiento científico y artístico clasificando ambos como dos métodos aislados que permiten entender la realidad. Se pudiera argumentar que el Arte únicamente representa la realidad entretanto, la ciencia la explica. No obstante, estas no son operaciones mentales separadas sino distintos puntos dentro de la complejidad de la inteligencia humana que juntos trabajan para construir nuestro entendimiento del universo (Edwards et al., 2017). El proceso cognitivo y expresivo están en estrecha relación el uno con el otro. Incluso, el lenguaje visual es el que utilizamos al indagar sobre nuestros alrededores y toda hipótesis y/o pensamiento, comienza por ser conceptual dentro de este, antes de formalizarse como dato real o científico. El mismo uso productivo del material sensorial que produce una obra de arte, se involucra en el desenvolvimiento de cualquier descubrimiento científico (Read, 1956, p. 66). De esta manera, se puede refutar que el pensamiento artístico forma parte importante en toda profesión, ámbito o mejor dicho, todo ser humano integral.
Date of Award | 2022 |
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Original language | Spanish |
Awarding Institution |
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Supervisor | Mihaela Luminita Albisoru (Asesor) |