El método ABP y la clínica procesal en la enseñanza del derecho

La cultura académica de excelencia y la formación integral para el servicio son dos de los tres pilares de la visión al 2020 de la Universidad de Monterrey. Para concretar a esa visión, en el 2010 se impulsó el desarrollo de un modelo pedagógico como paradigma institucional que garantice la calidad y excelencia académica. Este modelo está centrado en el alumno como persona y en su
aprendizaje. El perfil del egresado esté enfocado en cinco características, entre las que destacan: que indaga y soluciona problemas; mantiene relaciones interpersonales constructivas y es íntegro como persona. Sabemos que la tendencia en la enseñanza actual del Derecho además de dirigirse al conocimiento técnico, debe enfocarse en desarrollar en el estudiante las habilidades y competencias que exige el mercado laboral. Ante esa perspectiva, como tuvimos que diseñar un curso para la asignatura de Derecho procesal mercantil que cubriera las características del modelo pedagógico y desarrollara en el estudiante las habilidades y competencias requeridas en su ejercicio profesional. En el programa del curso se incluyeron como principales competencias a desarrollar, la lectura crítica y aplicación de metodología científica en la solución de problemas legales; desarrollo de análisis, síntesis, valoración, y juicio crítico para la resolución de problemas, así como el trabajo en equipo. Asimismo, como principales actitudes y valores a desarrollar en el alumno, se incluyeron valorar y respetar la opinión de otros; mostrar perseverancia para encontrar la solución a los problemas planteados; actuar con responsabilidad en el seguimiento del problema hasta lograr una solución; promover el razonamiento ético en la solución de casos prácticos y ser proactivo en la participación de las actividades a desarrollar. Para lograr lo anterior y en virtud de que las competencias, actitudes y valores planteados difícilmente se obtendrían utilizando el método de la cátedra magistral, se implementó el
método ABP combinado con la clínica procesal, para lo cual se presentó a los estudiantes diversos problemas jurídicos, relacionados con los temas a estudiar en el curso. Siguiendo los pasos de esta metodología, cada problema se resolvió en tres sesiones, una dedicada al planteamiento del problema; otra a la investigación e integración de la información y una última para la presentación
de conclusiones mediante un dictamen escrito y una discusión grupal. Con el último problema planteado, se realizó el simulacro de juicio oral mercantil. Cada equipo resolvió el problema desde la óptica de un cliente hipotético, resentando un proyecto de demanda. Se dividieron los equipos en parte actora, parte demandada y tribunal, procediendo el tribunal a recibir la demanda y a emplazar al equipo demandado para que la contestara, citando para audiencia preliminar. En la siguiente sesión se desarrolló la audiencia preliminar y en una última sesión se realizó la audiencia de juicio, en la que presentaron sus alegatos en forma oral y el tribunal dictó una sentencia. El resultado fue muy interesante, pudimos evaluar mediante las rúbricas correspondientes que los estudiantes adquirieron no sólo conocimientos jurídicos, sino además, en buena medida desarrollaron las competencias, actitudes y valores planteados.